lunes, 20 de octubre de 2008

Consejos para suicidas

Lo encontré en 233grados, el blog de Dixired. Ellos lo subieron de Mangas Verdes que publicaba una versión libre -traducida, corregida y ampliada- de Manuel Almeida. El original apareció en Xark! y su autor es Daniel Conover. Dan es periodista, escritor e ilustrador, fundador y administrador de Xark!, (a group blog founded on the idea that breaking out of our conceptual ruts is generally a good thing). Vive en Charleston (Carolina del Sur) y tiene también su propio blog sobre medios: Conover on Media.

El post con las 10 reasons why newspapers won't reinvent news es impagable y sus comentarios en Xark! también. Se parece a algún post de Paper Papers como La incapacidad para enfrentar el cambio, de septiembre de 2007, Menos lobos, Caperucita (21/9/08) y Le mezquinan el culo a la jeringa (22/9/08).

Las diez razones son tal cual y todos los diarios se las pueden aplicar. Pero las que valen en serio son las tres últimas, las relacionadas con la misión sagrada del periodismo, que muchos diarios han olvidado por concentrarse demasiado en las siete primeras.

La prensa ha perdido ya uno de sus factores de venta fundamentales: la ‘moneda social’. Lo podemos llamar también ‘conversación’. En 2008, todo el discurso político relevante ha tenido lugar en la Red. Periódicos y televisiones no han sido más que una sombra pálida de cuanto acontence en Internet. Y el espectáculo no ha hecho más que comenzar.

Se le escapó el tema, perdió la agenda y dejó de ser un lugar de encuentro.

La conexión entre calidad y rentabilidad se ha roto definitivamente: se ha advertido por activa y por pasiva. Lo hemos hecho los profesionales inquietos, lo han hecho los bloggers interesados en la materia y lo ha hecho la ciudadanía a través de todos los medios que ha podido: la calidad de la información periodística está por los suelos. La obsesión por el beneficio a corto plazo recortando la calidad es obviamente una estrategia para el fracaso, y la oleada reciente de despidos de profesionales contrastados sólo ha acelerado el proceso. Los periodistas admiten esto en privado, pero el problema es que el público ya lo sabe... traduce (y agrega) Almeida con una visión fenomenal.

El final de Conover/Almeida es apoteósico, para aplaudir de pie:

Las empresas periodísticas odian el periodismo… moderno: las empresas periodísticas no sobrevivirán a la revolución de la comunicación si la gente que las integra continúa oponiéndose a las reglas, a las convenciones y a la cultura misma de esa revolución. Usted jamás reciclará con éxito su empresa si continúa castigando a los innovadores, matando a los mensajeros, recompensando a los medradores políticos y mascullando en la barra del bar que la culpa de todas sus desgracias la tiene… el futuro.

Ahora digo yo: Si lo tenemos tan claro ¿A qué espermos para evitar este suicidio masivo? Seguro que los dueños de periódicos no leen ni este blog ni el de Dan Conover ni el de Manuel Almeida ni el del equipo de Dixired. Solo les preocupa su relación con el poder. Prostituyen el periodismo y aguan la sangre de sus abuelos en la baba viscosa de los políticos. Así les va.

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