lunes, 10 de mayo de 2010

Crítica es de los que faltan

¿Qué hacer cuando en un diario no se pagan los sueldos o los atrasan? Me lo he preguntado muchas veces porque no crean que es tan fácil cancelarlos puntuales y completos en épocas -que ya son eras- de crisis. Y muchas veces me guardé mis palabras y mis silencios con un nudo en la garganta, seguro de que no valían explicaciones de ningún tipo cuando las cosas están así.

Una empresa cualquiera, pero especialmente una de contenidos, vive de lo que producen todos sus empleados. Si no sale, si no vende ejemplares, pierde dinero. Y si pierde dinero sus problemas económicos aumentan. Y si aumentan sus problemas económicos cada día estará más lejos de pagar los salarios en tiempo y forma y de continuar su negocio. Es un laberinto del que no se sale.

En este caso, además, sospecho que lo que quiere hacer el dueño es cerrar el diario. Por eso, con esta política de huelgas, lo único que consiguen los empleados es cerrarlo antes de tiempo: le están haciendo el juego a Antonio Mata y al gobierno, que no quiere ni monopolios ni prensa independiente. Estás ideas aparecen el el discurso de Jorge Lanata en la entrevista que le hizo Matías Martin.

¿Qué hacer entonces? Hay que buscar un nuevo capitalista que se enamore del negocio. Pero puede ser imposible: hoy en día, con las presiones del poder, tiene que ser un prócer.

Lástima, porque en Buenos Aires faltan y sobran diarios y Crítica es de los que faltan.

El póster que ilustra el post es un afiche realizado con el lenguaje de las tapas de Crítica que apareció hoy en Buenos Aires. Lo tomé de Blog De Contenidos de Juan Pablo Mansilla.

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