El juego de la semana. Adivine qué diario es gubernamental (a favor del Gobierno o protegiéndolo diga lo que diga, al margen de los hechos) cuál opositor (en contra del Gobierno diga lo que diga, al margen de los hechos) y cuál se esfuerza un poco.
Ojo no se me confundan los de fuera: El Mundo no se ha transformado en diario gubernamental. Es que en su agenda de prioridades la primera es tumbar al actual jefe del partido de la derecha, que no les gusta (el jefe, no la derecha). Hoy le dejan de incompetente que no sabe ganar un partido fácil, ninguneándolo en un subtítulo. Madrileñísimo.
Deprimente, de nuevo, lo de siempre: la interpretación sesgada, la agenda oculta, lo que ya sabíamos que diríamos, lo que queremos que piensen los lectores… Eso es lo que sube al titular. Al periodismo, que lo zurzan. Y a la gente, más. Nada de informarnos para que pensemos solos.
Lo de Público y El Periódico es el periodismo beato de Pravda con los dicursos de Stalin o el Arriba (y todos los demás) cuando Franco. ¿De veras cree El País que se cambia el modelo productivo con unas subvenciones? Claro que no. Quieren hacernos creer que el Gobierno es serio. Lo que este diario vende con tanta santurronería oficialista lo cuentan mejor en sus títulos Expansión y El Economista sin vender la burra. Y aún más sencillo, directo y real Qué y Negocio (¡Dos Gratuitos!). La Vanguardia y Avui dicen lo mismo cada cual en su estilo (gracioso Avui: Más conejos de la chistera).
Al final, después de Qué, les dejo portadas cuyos editores o no entienden nada de política o no les gusta; o se cansaron del periodismo, no saben suficiente, tal vez ya lo olvidaron… Quizá perdieron interés por los lectores o les disgusta trabajar… Tal vez todo junto, un poquito de cada cosa. O simplemente no se mataron o nadie les exige y cerraron primera con alguna perogrullada antes de que comenzara el debate. Mostraría muchas más pero con estas ya les mortifico bastante.
A ver mañana.
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