sábado, 6 de diciembre de 2008

La hazaña de Blériot

El Daily Mail de Inglaterra ofreció en 1909 1.000 libras a quien cruzara por primera vez el Canal de la Mancha. El desafío movió a Louis Blériot a diseñar un monoplano con el que pudo previamente realizar un viaje de 36 minutos y 55 segundos a campo traviesa. Tuvo otros rivales: Charles de Lambert, un ruso aristocrático de raíces francesas y pupilo brillante de Wilbur Wright. Y Hubert Latham: el favorito para ganar. Seis días antes del vuelo de Blériot, Latham intentó el cruce pero su avión, el Antoinette IV, cayó en el canal cuando el motor se apagó. Lambert fracasó también al estrellarse en un vuelo de prueba.

El 25 de julio era un día de mal tiempo, pero Blériot se sintió motivado para volar a pesar de malos augurios: caminaba con ayuda de muletas porque un pie se le había quemado en sus ensayos y un perro fue despedazado por la hélice del monoplano. Para colmo su mujer le rogaba que no hiciera la travesía.

Despegó a las 4.35 cerca del puerto de Calais cuando notó la baja velocidad del viento. Latham creyó que era solo un vuelo de prueba, pero cuando se dio cuenta que estaba equivocado ya no le dio tiempo de reaccionar.

Al inicio fue escoltado por el bote Escopette que llevaba a su esposa Alicia, pero avanzó y lo dejó atrás. En esos tiempos se viajaba sin compás ni instrumentos. Voló a unos 65 km/h y a 76 metros de altura encima de las olas del mar. A los diez minutos estaba en medio de la nada, "solo y perdido" según sus palabras. Su motor se sobrecalentó, pero gracias a la lluvia pudo mantenerse.

Al fin vislumbró las cumbres cerca de Dover, lejos de donde tenía planeado aterrizar por la acción del fuerte viento. Blériot voló en su contra y alcanzó a ver un claro donde aterrizar, pero el viento aún lo impedía. Apagó el motor y la máquina logró tocar tierra. Al aterrizar le recibieron soldados y un policía ingleses y dos de sus compatriotas. El viaje duró 36 minutos.

La importancia de esta aventura no fue tanto la velocidad ni la distancia sino el hecho de que por primera vez se sorteaba un cuerpo de agua entre dos territorios. Esto hizo preocuparse a Inglaterra, porque se sintió vulnerable ante un ataque aéreo.

La historia completa, sin computadora ni letraset, en esta doble página de L'Illustration de 1909 (clic para ampliar):

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